Hablemos de alimentos ultraprocesados

Cuando hablamos de mantener un estilo de vida saludable y empezar a cambiar nuestros hábitos alimenticios, nos estamos refiriendo a aumentar el consumo de alimentos frescos y procesados y a disminuir o evitar el consumo de alimentos ultra procesados. Ahora bien, ¿Cuáles son?

 

Alimento fresco/natural son todos aquellos que se obtienen directamente de animales o de plantas que  no sufren ninguna modificación previo a llegar a nuestra mesa como las frutas, las verduras, el agua segura, las semillas sin sal ni azúcar, los frutos secos sin sal ni azúcar etc.

 

Procesado: son aquellos alimentos obtenidos a través de procesos de extracción y purificación de sustancias específicas existentes en alimentos frescos, cuyo objetivo es transformarlos en alimentos de la industria alimentaria, como pueden ser: los aceites vegetales, enlatados, quesos, yogures, etc.

 

Ultraprocesados: son los productos alimentarios obtenidos a partir de la combinación de alimentos procesados con cantidades pequeñas de alimento sin procesar o mínimamente procesado. Incluyen la adición de ingredientes industriales, aditivos y conservantes que incorporan alto contenido de sal, azúcares y grasas.

 

 

¿Por qué tenemos que disminuir su consumo? Porque son alimentos que no aportan nutrientes esenciales para nuestro organismo, porque suelen venir en presentaciones que solo nos invitan a comer más, porque nos llevamos a nuestra casa con el “alimento” plástico de un solo uso en exceso, porque su consumo excesivo puede generar alteraciones en nuestro metabolismo y en nuestro peso que nos pueden llevar a sufrir enfermedades crónicas no transmisibles (ECNT) en un futuro, que en nuestro país son las responsables del el 73,4% de las muertes.

 

Los invito a observar sus changuitos de compras y sus alacenas y a contar cuántos alimentos frescos o procesados llevan y cuántos son ultraprocesados, hagamos el ejercicio.

 

Tratemos de pensar por cuantas manos pasó nuestro alimento antes de llegar a nuestra mesa y posteriormente a nuestro organismo, volvamos a nutrir nuestro cuerpo con alimentos verdaderos. 

Micaela Bruno Lic. en Nutrición